San Pedro feat. Machu.
Mi segundo viaje exclusivamente a tomar fotos y a grabar fue la zona del Desierto de Atacama, resumido popularmente como San Pedro. Ya tenía la experiencia de un viaje en donde aprendí que algunas cosas podían salir muy mal y tener que reorganizar rápidamente, aquí fuimos solos con el Machu (@Machu.cl) uniéndonos al genial equipo de Sorbac (@Sorbac.atacama), que de verdad solo puedo decir cosas buenas de todo su equipo. Nuestro objetivo era grabar y fotografiar lo hermoso de San Pedro, cosa que no era difícil, miraras donde miraras te deslumbraba y las tomas eran de un placer altísimo.
En San Pedro confirmé ese cambio que sentí en Conguillío, volví a encontrarme con la sensación de querer fotografiar absolutamente todo a mi alrededor, me volvió ese ojo que ve todo como una fotografía y que cada parpadeo es una toma. Estaba en el lugar y en el tiempo correcto para volver a sentirme así, sólo iba a eso y nada más. Estuvimos en tantos lugares que sinceramente no recuerdo los nombres, en lagunas preciosas y en alturas desquiciadas. El estar en un desierto totalmente fuera de este mundo digno de una película Kubrickiana y al mismo tiempo poder contemplar tanta vida en su estado natural, caminando sin que nosotros pudiésemos interferir en sus vidas.
No tuvimos anécdotas grandes que contar aparte de una lesión de mi compañero que terminó en que el último día subiera un cerro sin él, algo que me permitía intentar demostrarme a mi mismo el hecho de seguir adelante sin su valiosa compañía. Este punto fue muy importante y relevante en mi vida, si bien no subí solo este cerro, ya que estaba el guía más los turistas, fue la primera vez donde realizaba una altura tan grande y sin alguien que me conociera. Ya había hecho algunas cimas pero siempre con amigos, donde mis conocidos sabían cómo me puedo desarrollar.
Debo decir que soy muy tímido y vergonzoso, así me he sentido siempre a pesar de lo diferente que me ve el resto. Me cuesta creer 100% en mi y eso ha significado demasiado problema para pensar y repensar solamente en hablar a alguien o realizar una acción, esto se ha visto representado en proyectos que han fracasado por esto o que básicamente no me he atrevido a realizar aunque la idea sea maravillosa. Aquí también fue importante esta característica mía. Si no fuera por el Machu jamás hubiera realizado este viaje a San Pedro y ni siquiera el que realizamos a Conguillío, en este tiempo necesitaba si o si a una persona que fuera mi primera línea, incluso el día de hoy me cuesta estar en primer plano. Aquí en la cima, a más de 5000 metros sobre el nivel del mar, me di cuenta que puedo realizar muchas cosas solo, que soy “bueno” en algo y que puedo estar en primer plano. No es difícil explicar lo que siento o lo que sentí en ese momento al romper esa barrera, pasar de tener miedo escénico a tomar la responsabilidad y tener un 100% de ella misma, porque no debería depender de nadie cuando yo sé que puedo hacer las cosas por mi mismo.
A pesar de lo difícil que fue para mi estar solo con personas que no conozco, me pierdo en mí al momento de tomar una cámara y comenzar a tomar fotografías. Es un proceso que me encanta de mi. Intento reproducir en las fotografías lo que siento en el momento y lo que siento de las personas, soy alguien que mira y admira demasiado, tanto que la fotografía muchas veces la veo como una retribución hacia los demás y me encantaría que todos observaran cómo los veo yo, comprendieran el cariño que tengo de cada persona que conozco y lo interesado que estoy por cada una de sus historias.