Locos.
Este seguimiento tiene demasiada carga y significado para mi.
Entregué felizmente muchos años de mi vida trabajando en Los Molles, una playa maravillosa al límite de la V región en el norte. En todos esos años conocí demasiada gente y creo que creé un montón de recuerdos tantos buenos como malos. En todo ese tiempo pude observar sucesos interesante, que me llamaban demasiado la atención, y uno de ellos era cómo un par de veces al año todos los pescadores se reunían para realizar la extracción de Locos.
Para mi era una junta sin igual, todos a quienes veía de lejos se reunían en un solo punto para llevar a cabo esta misión. Estuve muchos años viendo de lejos este proceso que me resultaba muy interesante, no por el hecho de saber cómo sacaban al Loco de la roca, porque la verdad nunca me llamó la atención, lo que me llenaba de curiosidad era todo el proceso que se llevaba a cabo, pero humanamente hablando. Quería saber qué conversaban, qué se decían, quien era el bueno para la talla, cuales eran los equipos que armaban en los botes, también me intrigaba saber quién bajaba a la extracción y quién se quedaba a remar en el bote.
Tanto personaje, tanta historia, tanta información por escuchar.
Me tomó años para poder hablarles y pedir permiso para estas fotos, años en conocer a todos y que todos me conocieran a mi. A pesar de sentirme en casa, el nerviosismo era real y no sabía cómo desenvolverme, así que ocupé mi estrategia: callarme y tomar fotos.
El sindicato de pescadores es una familia gigante, fue como estar en una fiesta con esos tíos que cuentan muchas historias y yo me sentía como el sobrino que sólo escuchaba todas las locas anécdotas y consejos entregados por experiencia propia. El día no fue tan largo como pensé o tal vez la hora pasó rápido para mi. Pude capturar todo el recorrido del loco y cada uno de los integrantes del Sindicato fue demasiado agradable conmigo, quedando después apodado como “el fotógrafo”. Me encantaría que aquí terminara esta historia finalizando con un libro que realizaría sobre ellos, pero no, mi mala suerte vino muy rápido.
Guardé las fotos, las seleccioné, las edité y guardé en la nube. Me encontraba muy feliz porque era algo que quise casi desde el primer día que llegué a Los Molles, realicé una acción por mi mismo, tomé el coraje para enfrentarme a cada uno de estos personajes, sin embargo, un par de días después cometí un grave error de compartir mi disco duro para un trabajo aparte y recibo la noticia que ese disco murió, así de simple, murió. Nada me importaba de ese disco para ser sincero, no obstante ahí estaban los archivos originales de esta historia, mi trabajo de años desapareció tan rápido como mi motivación. Se comprometieron a arreglar este disco pero nunca fue así, sólo se preocuparon de salvar el material de dicho trabajo y todo lo demás lo ignoraron. Creo que nunca me he sentido tan devastado como aquellos días.
Este material lo había dejado en el olvido como unos de mis mejores recuerdos, aceptando que fue una de mis mejores sesiones que realizaría en mi vida.
Hace algunos meses atrás limpiando mi computador, la nube y todos los discos, me di cuenta que los archivos exportados seguían vivos, pero no eran los originales. Hasta el día de hoy no sé si los podré imprimir en buena calidad y tener este material en físico, sin embargo estoy demasiado feliz de tenerlo de vuelta y poder mostrarlo. Ya no me da vergüenza mostrar mis fotos, de hecho es al revés, quiero enseñarles a todos y que sepan mi propia historia en cada una de ellas, porque para mi realmente la fotografía es robar un pedacito del alma de las personas.
Las fotografías que podrán observar ahora son de la primera y única edición de las originales en el año 2019.