Fragmentos del Cité feat. Felipe Gamonal.

Fragmentos del Cité transcurre en el año 2015, contemporáneamente con mi último año como estudiante de fotografía periodística. Es una idea que venía pensando muchos años atrás al caminar por las calles de Santiago y de Estación Central, mi curiosidad y la estética entregada por los cité existentes en dichas comunas siempre me hizo pensar en cómo serían estos lugares. Así fue que se entregó la oportunidad de investigarlos junto a Felipe Gamonal luego que se nos bajara otra investigación que queríamos realizar en el hospital del cáncer, fotografías que querían seguir a las familias y su contexto bajo la mirada de un ser querido con cáncer. Al negarse esta opción, con Felipe tomamos la decisión de ahondar más en el asunto de los cité, de los cuales él también estaba bastante interesado. Es así que de un día para otro, tomo la decisión de ir a vivir durante un año en un cité de la comuna de Estación Central, muy cercano al Club Hípico y a colegios emblemáticos.
Ante cualquier prejuicio existente de estos lugares, para mi ha sido la mejor de los peores lugares donde he vivido, pude observar desde maltrato infantil, problemas familiares solucionados a golpes, escasa higiene en los patios centrales, cero privacidad entre vecinos y grandes focos de delincuencia, sin embargo, también viví el cariño de las personas mayores quienes me recibieron desde el primer día con un almuerzo, jugué con niños pequeños por aquellos angostos pasillos que sólo querían divertirse, escuché mil historias demasiado atractivas en cada cité que me permitieron visitar y conocí una diversidad de hogares que hasta el día de hoy puedo recordar.
Nuestro objetivo era capturar en fotografías la esencia de los cité, el alma de estos pasillos llenos de casas que tienen data desde principios del siglo XX, muchos construidos para familias cuyos miembros trabajadores venían de región y querían establecerse en la ciudad, y no confundirlos con conventillos, que más bien servían para alojar a familias de escasos recursos o niños que no tenían un hogar. Para poder capturar esta esencia o alma de los cité, ir a vivir a uno era necesario para comprender todo desde dentro, necesitaba respirar y vivir el día a día desde ahí, saber qué es lo que pasaba, cómo se enfrentaba la gente cotidianamente y cómo se relacionaban entre sí. También caminamos mucho por las comunas de Estación, Santiago, Independencia y Recoleta, donde se centran en mayor cantidad los cité, y lo que vimos fue desde hermosos lugares en Bellavista con cités realmente bien cuidados y elegantes versus lugares con precarias condiciones, casas subarrendadas con demasiados inquilinos y con algunos que eran simplemente escondites de ladrones. Estuvimos durante un año en donde nos pasó de todo, aún recuerdo bien la vez que nos salieron persiguiendo por tomar algunas fotos y dialogar fue imposible, pero también tengo la suerte de rememorar cuando personas nos dejaban entrar a sus casas, conocer a sus familias y compartir con ellos historias demasiado interesantes.
Durante ese año tomé fotografías que tienen mucha historia detrás, ninguna es un simple disparo, todas tienen una carga potente para mi y para poder explicarlas podría estar toda una noche con un vaso de vino comentando como fue esta experiencia para mi. La mejor de las peores experiencias me hizo aprender sobre las personas tienen muchas influencias en mi y mis ganas por retratar todo, esto me enseñó a adentrarme con todo mi ser para poder saber de los demás y gracias a esto es que pude llevar a cabo muchos proyectos en el futuro como son las fotos de los pescadores en la extracción de Locos y el ser insistente para participar en la expedición de la Laguna del Inca.

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